París, FRANCIA.- Jean Michel Bouvier es padre de Cassandre Bouvier, la turista francesa que fue asesinada junto a su amiga, Houria Moumni, en la Quebrada de San Lorenzo, Salta. A casi tres meses de los crímenes, Jean Michel aseguró en una entrevista que siente el espíritu destrozado por la crueldad de los ataques. "No soy religioso, pero a menudo digo que Houria y Cassandre vivieron un verdadero martirio. Cada vez hay más elementos de una masacre", expresó el hombre, con pesar.

Las jóvenes fueron halladas sin vida el 29 de julio, en un concurrido paseo turístico salteño. Ambas fueron víctima de ataques sexuales y recibieron disparos mortales de una carabina calibre 22.

Hay tres hombres detenidos en el marco de la causa: el guía turístico Gustavo Lasi, de 24 años; Daniel Vilte, de 23; y Santos Vera, de 37.

Debido a que hay informes genéticos que comprometen seriamente a los sospechosos, los investigadores consideran que el caso está prácticamente esclarecido.

El propio Bouvier siempre estuvo atento al curso de la pesquisa. Incluso, en septiembre se reunió con su país con la presidenta argentina, Cristina Fernández. "No acuso a la Argentina. Lo sé y mi hija sabía que Argentina es uno de los países menos criminalizados. Cassandre había ido a El Salvador y a Guatemala, países mucho más peligrosos, donde era la más prudente de sus camaradas", expresó.

Además, mencionó una imagen que no puede borrar de la memoria. "La obsesión es su rostro en la morgue. No lo olvidaré nunca. El juez (francés Patrick) Ramael me ha dado otras informaciones con respecto a la autopsia que se hizo en Francia. Sin dudas, recibió machetazos para desabrocharle su corpiño", señaló, con la voz temblorosa. Bouvier les pidió a los jueces que se interesen en los días previos al crimen. "Me gustaría saber si Cassandre y Huria no se habrían cruzado en la víspera personas que las hicieron entrar en confianza y que estarían vinculadas a su asesinato", precisó.

El hombre impulsa la idea de que se agregue la figura de femicidio al Código Penal de su país. "La conexión de los actos cometidos, primero contra su libertad de mujer y luego contra su vida, merecería una calificación con las mismas consecuencias que un crimen contra la humanidad", dijo Bouvier. Además, explicó: "en el rostro (de mi hija) se veía el impacto de una bala de pequeño calibre. Lo más visible eran las de golpes. La nariz rota, la mandíbula aplastada, golpes múltiples. El cuerpo fue encontrado mucho tiempo después del deceso y sus ojos estaban abiertos. En su mirada había una trágica dignidad y terror. Se veía que había luchado".

Finalmente, aseguró que a las jóvenes "las negaron como mujeres". "No reaccioné como jurista, que no soy, sino como un padre que vio un hecho más que violento", dijo. (NA)